HAYAL I, KLIMT

Se intuye que las pinturas de las hayas estan situadas en las primeras horas de la mañana, trabajando Klimt directamente en el exterior. Siguiendo el estilo impresionista, pero no se interesa por representar atmósferas ni iluminaciones concretas, sino por captar la naturaleza en su plenitud. Por esta razón, no encontramos figuras humanas en los paisajes, de la misma manera que en las pinturas figurativas no aparecen paisajes. Para buscar motivos empleaba un visor, un trozo pequeño de cartulina al que había hecho un agujero, lo que se refleja en el enmarque fotográfico que adquieren los paisajes, empleando siempre lienzos cuadrados.

En cuanto al estilo, nos hayamos ante una técnica cercana al Puntillismo, aplicando el color con pequeños toques como podemos apreciar en las hojas del suelo. La sucesión de troncos se dirige hacia el horizonte, una pequeña franja de color azul que apenas tiene protagonismo en la composición. La repetición de elementos otorga un curioso ritmo a la escena, gozando así de significativo naturalismo.