PALAS ATENEA, KLIMT

En 1898, Klimt realizó la pintura al óleo de Palas Atenea, la diosa griega de la sabiduría y el arte que se consideraba una figura clave y diosa tutelar de la nueva asociación de artistas vieneses, al igual que de la Secesión de Münich, fundada en 1892.

La diosa protectora enfrenta al espectador con una pose agresiva, lo que lo mantiene a distancia. Su coraza metálica con la cabeza de una Medusa sonríe y, al mismo tiempo, muestra la lengua, gesto abiertamente polémico contra los críticos de la Secesión.

En la mano derecha, sostiene una pequeña figura femenina que no es Nike, la diosa alada de la victoria, como en representaciones tradicionales de Palas Atenea, sino una figura desnuda que sostiene un espejo en dirección al observador. Esto puede interpretarse como una representación de Nuda Veritas, o la "Verdad desnuda". En el fondo se puede apreciar la lucha entre Hércules (la personificación de un nuevo arte) y el monstruo marino, Tritón (un emblema de rigidez y conservadurismo), escena que Klimt adoptó directamente de dos tazones griegos decorados con el estilo de figuras negras por el pintor Tlesón.

Entonces, la pintura de Palas Atenea de Klimt puede interpretarse como una imagen alegórica y programática de la Secesión, que anticipa el estilo de las muy disputadas pinturas simbolistas de los techos que realizaría en el salón de reuniones de la universidad.