Obra
En esta obra, Edward Hopper aísla la dramática silueta de un faro contra una extensión abierta de cielo azul. Situado en un promontorio rocoso de Cape Elizabeth, Maine, la arquitectura está bañada por la luz del sol, compensada por las sombras oscuras.
El faro de las Dos Luces, orgullosamente erguido y visto desde abajo, parece simbolizar una decidida resistencia, incluso un rechazo, a someterse al cambio o a la naturaleza.
Para Hopper, que veraneaba en Maine desde 1914, el faro también representaba un agradable respiro de la vida en Nueva York.