Los ultimos años de la carrera artistica de Miro estaban caracterizados por un abundante uso de negro en una forma suelta de aplicar pintura en el canvas, lo que resultaba en mucho goteado y salpicado. En los años setenta, las exhibiciones de sus trabajos se volvian reconocidos alrededor del mundo. La inmediatez de sus mejores pinturas son, hasta al día de hoy, inimitables. Los temas primitivos que perseguia (la tierra, el cielo, el personaje humano transformado) y los medios que usaba para expresarlos (simplicidad compositiva, seguridad, pinceladas confidentes, colores primarios) establecieron uno de los cuerpos de trabajo mas importantes en el arte de siglo veinte.
Obra